Los maestros demuestran que además de ser una
escuela académica,
tienen el objetivo de formar una persona espiritual que ama a Dios y a su
entorno. Además, exhortamos a nuestro personal docente a mostrarse más en el papel de padres
que como maestros con autoridad.
La relación entre los profesores,
padres de familia y alumnos dentro de una escuela Marista como la nuestra, debe
llevarse con el sello de la bondad, cordialidad, confianza recíproca y alegría.
En nuestro colegio se implementa el Modelo de Educación
Marista de San Marcelino “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”,
en donde se educa al alumno con una visión integral basada en una relación de
afecto que genera un mayor aprendizaje y la comunicación de valores para el desarrollo
personal, además se implementa el programa establecido por la SEP, ambos
con la finalidad de formar buenos cristianos y ciudadanos con un proyecto
integral que incluye la fe, ciencia y cultura, además de torneos nacionales, actividades
deportivas y artísticas.
Somos partidarios de la presencia activa en la acción de
la escuela, ya sea en la elaboración de un proyecto educativo o en la relación
con el resto de los alumnos, maestros y directivos. El propósito es favorecer
la formación integral de los jóvenes y el mejoramiento académico. Pretendemos
que tanto los padres como sus hijos vean en este colegio una opción más
amplia de conocimiento.